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domingo, 14 de noviembre de 2010

El Derby della Madonnina


En gira por el mundo futbolístico, encontramos uno de los clásicos que más atención jalan. Es el Derby della Madonnina entre el AC Milan vs. Inter de Milán.

La lucha por el honor y supremacía de la ciudad milanesa entre rossoneros y nerazzurris tiene un vínculo muy profundo, así como diversos significados por los rencores existentes entre ambos equipos.

En 1899, un grupo de ingleses encabezados por Alfred Edwards y Herbert Kilpin fundaron el Milan Cricket and Football Club, que más tarde adoptó el nombre Associazione Calcio Milan. Al principio jugaban balompié y cricket, mas con el tiempo dieron preferencia al primero.

Para en 1908, un sector de aficionados italianos y suizos del equipo milanista se enojó con la política nacionalista de la organización. Dejaron de seguirlo para crear un nuevo conjunto: el Football Club Internazionale Milano.

Rápidamente se vieron las caras los rojinegros y los negro y azules. En un partido realizado en Chiasso (Suiza), el 18 de octubre de 1908, el Milan venció 2-1 al Inter en el primer Derby Della Madonnina.

Un año después, se toparon en suelo italiano. Los rossoneros se volvieron a imponer, ahora por 3-2, aunque para la temporada 1909-10 del campeonato local, los nerazzurris por fin cobraron venganza al ganar 5-0.

La animadversión entre ambos conjuntos siempre ha sido intensa porque mientras el Milan representa a la clase obrera proItalia, el Internazionale es el orgullo del sector opulente y afín a lo cosmopolita.

Pronto ambos escuadrones se hicieron amos y señores, junto a la Juventus de Turín, del campeonato de Primera División italiana. La lucha ya no era por el dominio en la ciudad, sino del país.

Para noviembre de 1940 Giuseppe Meazza, estrella con los nerazzurris, pasó al bando rojinegro, siendo el primer traspaso de un jugador entre los equipos de Milán.

Tras la Segunda Guerra Mundial, el AC Milan impuso condiciones con su tridente de suecos Gunnar Gren, Gunnar Nordahl y Nils Liedholm, apoyados por Carlo Annovazzi, Cesare Maldini, y Lorenzo Buffon, éste último vuelto más tarde el segundo hombre en militar con las dos entidades lombardas, al pasar al Inter en 1960, previa estadía en el Genoa.

Los años sesenta significaron la era de hegemonía de los negro y azul, pues el conjunto dirigido por Helenio Herrera y con Sandro Mazzola como su gran figura, ganó tres veces la Serie A y la entonces Copa de Campeones de Europa (actualmente la UEFA Champions League). Ese Internazionale fue conocido como ‘La Grande Inter’.

No demoró la respuesta rossonera. Con el talentoso Gianni Rivera de punta de lanza, el Milan manejado por Nereo Rocco, el creador del sistema defensivo Catenaccio, impuso un control en Italia y Europa desde fines de los sesenta, prolongada a los setenta.

En los ochenta y inicios de los noventa, los rojinegros se volvieron la sensación por su conjunto fortalecido con los holandeses Marco van Basten, Frank Rijkaard y Ruud Gullit, cuadro que bajo el mando de Fabio Capello se llamó ‘los invencibles’ (‘Gli Invicibili’), pues en la campaña 1991-92 ganó el Scudetto sin perder un solo juego.

Inter intentó reaccionar con un equipo basado en los alemanes Andreas Brehme, Lothar Matthaus y Jurgen Klinsman, aunque sólo ganó tres títulos y empezó una larga sequía de campeonatos a partir de 1991.

Los nerazzurris vivieron frustrados de no sumar gallardetes, mientras sus odiados vecinos coleccionaban conquistas internacionales y en Italia a placer.

El comienzo del Siglo XXI no perfilaba un cambio en el dominio del Milan, que incluso en 2001 le metió un 6-0 al Inter, pero a partir de 2005 la balanza se inclinó del lado negro y azul. Internazionale estableció su hegemonía del Calcio Serie A e incluso le devolvió la humillación a su acérrimo rival con un 4-0 en 2009.

La hazaña para el Inter llegó en 2010, cuando el equipo dirigido por José Mourinho ganó el Triplete: Serie A 2009-10, Coppa Italia 2009-10, y la UEFA Champions League 2009-10, logro inédito para un club del país de la bota.

En los duelos entre ambos cuadros lombardos, los nerazzurris dominan los duelos oficiales con 71 triunfos por 70 de los rossoneros y 61 empates. Sin embargo, ya con los amistosos contados, es el Milan quien ejerce control con saldo de 108 victorias, a cambio de 95 del Inter y 72 igualadas (los registros incluyen hasta el 2010).

Por cierto, el nombre ‘Derby della Madonnina’ al Clásico de la ciudad, deriva de la estatua de la Virgen María que corona la catedral de Milán y la cual es llamada ‘Madonnina’.

Hasta la próxima.

lunes, 8 de noviembre de 2010

‘Pinturicchio’, el ‘pintor del gol’


Cuando se habla de la Juventus de Turín, uno de los clubes grandes de fútbol en Italia, se asocia con el penoso escándalo del ‘Calciopoli’ de 2006, pero también con su emblema más agradable: Alessandro del Piero, quien es el hombre récord de la Vecchia Signora.

Alex nació un 9 de noviembre de 1974 en Conegliano, Italia. De niño mostró interés por jugar al balompié y se unió a un equipo en la localidad de San Vendemiano. Primero fungió como portero, pero sus dotes como atacante lo hicieron cambiar de posición.

A los 13 años, pasó a las filas del Padua Calcio, equipo en el cual debutó como profesional en 1991, sin imaginar que en 1993 sería transferido a la Juventus. En septiembre de ese año, debutó oficialmente en la Serie A contra el Foggia, mientras su primer gol con el cuadro turinés lo convirtió al siguiente partido contra el Reggiana. Esa misma temporada logró hat trick, el Parma fue víctima.

Bajo el mando de Marcello Lippi en la dirección técnica, Del Piero tuvo su momento de consagración como goleador de la Vecchia Signora del Calcio, así como en los certámenes internacionales. Con la Juve fue campeón de la edición 1995-96 de la UEFA Champions League, así como de la Súper Copa de Europa de 1996 y la Copa Intercontinental de ese mismo año.

Su clase y efectividad en el área lo hicieron ganarse un lugar en la Squadra Azzurra, el equipo nacional de fútbol de Italia, a partir de 1995.

Pero llegaron los momentos difíciles en la campaña 1998-99 con una lesión en la rodilla izquierda que lo mantuvo apartado de las canchas casi toda la temporada. Además, Lippi se fue y entró en su lugar Carlo Ancelotti.

Una vez recuperado, retomó su rol de goleador, ahora bajo las órdenes de Ancelotti, quien sólo duró de 1999 al 2001. Para fortuna de Del Piero (quien recibió el apodo ‘Pinturicchio’ por el presidente de la Juve, Gianni Agnelli, al comparar su juego a la exquisitez de las pinturas renacentistas de Bernardino di Betto di Biagio), Lippi volvió.

La Vecchia Signora conformó para 2001 una tripleta ofensiva temible con Del Piero, Gianluca Vialli y Fabrizio Ravanelli, los cuales ayudaron a ganar otra vez la Serie A y un par de Supercoppas Italianas, no obstante quedaron subcampeones de la Coppa y la Champions.

Lippi una vez más se marchó y Fabio Capello llegó en 2004. ‘Pinturicchio’ tuvo que lidiar con el escepticismo de su nuevo timonel, quien prefirió darle más actividad en el ataque al sueco Zlatan Ibrahimovic, una de las nuevas incorporaciones. A pesar de las dudas, Alex aprovechó en todo momento para responder con goles, incluidos los derbis.

En enero de 2006, en juego de la Coppa Italia contra la Fiorentina, Del Piero se convirtió en el máximo anotador del club bianconeri en todas las competencias, al llegar a 183 goles para rebasar a la leyenda del club, Giampiero Boniperti.

Un momento culminante en la carrera de ‘Pinturicchio’ fue cuando ganó la Copa del Mundo Alemania 2006 con los Azzurris y con la dirección de Marcello Lippi en el banquillo.

Pero ese mismo año estalló el ‘Calciopoli’, el escándalo de arreglo de partidos en la Serie A para favorecer a la Juve. Las altas autoridades del balompié en Italia aplicaron castigos severos a la Vecchia Signora: pérdida de los títulos de las campañas 2004-05 y 2005-06 y el descenso a la Serie B. Muchas estrellas dejaron al club, pero Del Piero se mantuvo fiel y jugó en Segunda División.

A pesar arrancar con puntaje negativo, el club turinés sólo duró un año en la categoría de plata, pues ganó el título con sobrada autoridad para regresar a la máxima categoría. ‘Pinturicchio’ fue clave en el ascenso con memorables actuaciones como un hat trick convertido al Piacenza.

De vuelta en la Serie A, Alex mantuvo su clase goleadora, siempre en ayuda del club al que representaba, lo cual contribuyó al retorno a las competencias europeas, empero sin alcanzar a ganar títulos. Para 2008, dejó de ser llamado a la Squadra Azzurra.

En octubre de 2010, Del Piero grabó su nombre, una vez más, por siempre en la historia de la Juventus. Contra el AC Milan, logró su tanto número 179 con la Vecchia Signora en Serie A, con lo que dejó atrás el récord previo que pertenecía al mítico Boniperti.

Ése es Alessandro del Piero, cuyo clase, potencia y contundencia al ataque, le valieron ser el ‘pintor del gol’ de la Vecchia Signora del Calcio.

Hasta la próxima.