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domingo, 12 de junio de 2011

El Estadio Centenario, un escenario legendario (parte II)



La primera gran ‘catedral’ del fútbol en América es el Estadio Centenario de Montevideo, inaugurado oficialmente el 18 de julio de 1930 con motivo de la Copa del Mundo de la FIFA de ese año.

Desde entonces ha tenido más eventos y otras reformas en su composición.

Después del Mundial de Uruguay que fue ganado por los locales, el Coloso de Cemento tuvo un espectáculo nocturno el 24 de agosto de 1930, con la salvedad de hacerse a obscuras debido a que la Comisión Municipal de Fiestas pidió prestada la Tribuna Olímpica para hacer un festival de fuegos ratifícales.

Un año después, el Centenario se abrió a otros deportes. La Federación Uruguaya de Boxeo y la Confederación de Atletismo utilizaron los vestuarios para concentrar a sus exponentes que participarían en importantes eventos; los púgiles en el Campeonato Latinoamericano de la especialidad, mientras los atletas en el Sudamericano.

En 1932, la Comisión Administradora del Field Oficial (CAFO) inició los trámites para instalar alumbrado eléctrico. También se colocaron mástiles a un lado de la Torre de los Homenajes desde donde hondean las banderas de los equipos en contienda. De igual forma se comenzó con la tradición de usar una bandera roja que indique si un partido está suspendido.

Las torres lumínicas quedaron listas para el 7 de diciembre de ese año, fecha en que Nacional y Wanderers disputaron el primer juego oficial nocturno.

Tiempo después se estudió la capacidad del lugar. Cuando estaba en proceso de construcción se pensaba hacerlo con cupo para 102 mil personas, pero la premura por terminar la obra la dejó en 70 mil. Aun así, la CAFO no estaba segura de cuántas almas le cabían al Centenario. El registro arrojó que habitualmente el Coloso tenía entradas de 61 mil 575 espectadores, habiendo podido entrar 5 mil 799 más.

Pero en los 40, de nuevo verificaron el cupo del inmueble. Les marcó un asistencia de 59 mil 287 personas. Años más tarde se ponderaría por incrementar la capacidad del lugar.

Durante 1947 el estadio fue sede de la última etapa de la Vuelta Ciclista al Centenario, evento que siempre terminó ahí hasta 1954. En el fútbol, la CAFO prohibió el uso de himnos y otras marchas como un recurso para reducir los brotes de violencia.

En los 50, la CAFO analizó aumentar la capacidad del Centenario. Hubo la intensión de subirla a 100 mil espectadores, pero con la ampliación en las tribunas Amsterdam y Colombes se llegó al cupo de 74 mil 860 almas en total tras 1955. Para 1959, se instaló un tablero indicador de resultados en otras canchas y dos filas de palcos para periodistas en la Tribuna América.

A partir de 1967 empezó a trabajar una comisión pro Museo del Fútbol, el cual vería consumada su labor el 15 de diciembre de 1975 con la inauguración del recinto, justo detrás del Tribuna Olímpica y contiguo a la Torre de los Homenajes.

Para los 80 y 90 se dan más reformas en el inmueble. La potencia de la iluminación se aumentó, y se modernizó el tablero electrónico en la Colombes. De igual forma se bajó el cupo del escenario por motivos de seguridad.

Un momento cumbre ocurrió el 18 de julio de 1983 cuando la FIFA declaró al Estadio Centenario como ‘Monumento Histórico del Fútbol Mundial’, única construcción en el orbe con un título de esta índole.

A nivel de eventos futbolísticos internacionales, recibió los Sudamericanos de 1942, 1956 y 1967, así como un Mundialito en 1980 y la Copa América de 1995, todos ganados por Uruguay.

Más allá del deporte, el Gigante de Cemento recibió eventos musicales. De entre las bandas y cantantes más destacado que actuaron ahí están Bryan Adams, Chayanne, Enrique Inglesis, Eric Clapton, Fito Páez, Guns N’ Roses, Joaquín Sabina, Jorge Drexler, Luciano Pavarotti, Luis Miguel, Plácido Domingo y Sting, entre otros.

En el presente, la cancha del Centenario tiene dimensiones de 105 x 68 metros. Su actual capacidad es de 65 mil 235 personas. La selección uruguaya aún lo usa como sede de sus partidos de local. El club Peñarol lleva ocupándolo en alquiler desde los 40 del siglo XX, aunque cualquier equipo charrúa que lo solicite puede utilizarlo.

A grandes rasgos, ésta es la historia de un escenario legendario para la práctica del fútbol y del deporte como es el mítico Estadio Centenario de Montevideo.

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El Estadio Centenario, un escenario legendario (parte I)





Después del mítico Wembley, hay un estadio en el mundo tan viejo e importante que ha sido sede de todo tipo de eventos. Nos referimos al Centenario de Montevideo.

El también conocido como ‘Gigante o Coloso de Cemento’ fue construido con motivo de la primera Copa del Mundo de fútbol a disputarse en Uruguay en 1930. Se escogió al Parque de los Aliados (antes Pereira, hoy Parque Batlle) como el lugar donde se edificaría el inmueble.

En esa zona ya estaba un campo de fútbol sede de los partidos del seleccionado uruguayo. Para la encomienda de tener un escenario acorde a la exigencia de FIFA, hubo que hacer mucho más. Como la obra fue ubicada en una hondonada agreste, se requirió remover tierra y nivelar la superficie.

Hay que mencionar que años antes, en 1923, se comenzó a elaborar el proyecto de un gran centro deportivo en el Parque de los Aliados. La designación de Uruguay como sede del Mundial el 18 de mayo de 1929 aceleró todo. Por cierto, esta última fecha es considerada por los uruguayos como el inicio del Centenario.

El 6 de julio de 1929, nació la Comisión Administradora del Field Oficial (CAFO) tras un acuerdo entre la Asociación Uruguaya de Fútbol y el Consejo de Administración de Montevideo. La CAFO fue quien supervisó todo lo referente a la obra en ciernes, y designó al arquitecto Juan Antonio Scasso la confección de los planos para el estadio. La primera piedra se colocó el 21 de julio.

Tras superar todo tipo de escollos (físicos y administrativos), el inmueble quedó terminado en prácticamente un año, aunque las lluvias evitaron tenerlo listo para el comienzo de la Copa del Mundo. Los primeros ocho partidos de la justa se realizaron en Pocitos y Parque Central, canchas de los clubes Peñarol y Nacional, respectivamente.

Aún con el cemento húmedo, el 18 de julio de 1930 se inauguró oficialmente el escenario. Fue bautizado como ‘Centenario’ en honor a los 100 años de la promulgación de la primera constitución de la República Oriental del Uruguay.

El juego inaugural del Coloso de Cemento los protagonizaron el anfitrión y Perú. La Celeste abrió con Enrique Ballestero, Álvaro Gestido, Domingo Tejera, Héctor Castro, José Andrade, José Nasazzi, Lorenzo Fernández, Pedro Cea, Pedro Petrone, Santos Urdinaran y Victoriano Santos Iriarte.

Los peruanos alinearon a Jorge Pardón, Alberto Denegri, Alejandro Villanueva, Antonio Maquilón, Demetrio Neyra, Eduardo Astengo, José María Lavalle, Julio Lores, Luis Souza, Mario de las Casas y Plácido Galindo.

Con tanto del ‘Manco’ Castro, al minuto 60, Uruguay se impuso a Perú en el estreno del Centenario. Días después, los charrúas alcanzaron la final de ‘su’ Mundial. El último obstáculo que los separaba de la copa de campeón era su vecino y rival encarnizado Argentina.

Con goles de Pablo Dorado al minuto 12, Cea al 57, Iriarte al 68, y Castro al 89, la Celeste se impuso 4-2 a la Albiceleste, que sólo pudo marcar por medio de Carlos Peucelle al 20 y Guillermo Stabile al 37. El Centenario por primera vez presenciaba un logro internacional de los charrúas.

El Estadio Centenario es una edificación del tipo ovoidal. Sus cuatro tribunas están separadas por cuatro callejones y cada una tiene un nombre. La principal es la Olímpica, por las conquistas de Uruguay en el fútbol de los Juegos Olímpicos. Es la más grande y está coronada por la Torre de los Homenajes, con una altura de 100 metros.

Enfrente de la Olímpica está la Tribuna de Honor, que más tarde se denominó América. Es la de menor capacidad de todo el inmueble, aunque tiene palcos y la sala de prensa.

Tras los arcos están Amsterdam y Colombes, bautizadas así por las localidades en donde la Celeste conquistó sus dos títulos olímpicos en la década de los 20. En la Tribuna Colombes se encuentra el tablero electrónico.

Con el pasar del tiempo, el Estadio Centenario tendría algunas reformas.

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