No están para saberlo ni nosotros
para contarlo, pero un diálogo en nuestro trabajo nos dejó pensativos por dos
expresiones. Una compañera contaba que en Madrid, España, le asombró que
en algunos lugares había algo llamado ‘vomitorio’.
La primera imagen que viene al
escuchar tal palabra es, ‘lugar para vomitar’. Al indagar al respecto,
encontramos que nuestra deducción se aproximó, pero la realidad es la que viene
a continuación.
En los tiempos antiguos, los
accesos a los circos y teatros recibían esta denominación, justamente para
facilitar la entrada y salida de la gente a los inmuebles. Actualmente, las
puertas de los estadios deportivos y otros recintos pueden ser llamados ‘vomitorios’.
La palabra ‘vomitorio’ viene del
latín vomitorium, la cual se refiere
a las entradas y salidas que desde los pasillos interiores llevaban hacia las
gradas en los antiguos edificios romanos dedicados a los espectáculos públicos.
El término vomitorium se deriva de vomere
y vomitare, que si bien significan ‘vomitar’,
en sentido figurado habla de conducir hacia fuera de algo. En otras palabras,
ayuda a ‘vomitar gente hacia fuera o dentro’.
La expresión ‘vomitorio’ nos hizo
recordar algo que se suele desear a los artistas (los que hacen arte, no los divertidores
que actúan en películas y novelas de quinta o cantan rolas sin sentido): ‘mucha
mierda’.
Al hacer referencia al excremento
en forma soez difícilmente se creería en algo bueno. Sin embargo, en esta ocasión
sí es un buen augurio.
La versión más aceptada habla de
que en los siglos XVI y XVII, una de las formas de llegar a los teatros era en
carrozas tiradas por caballos. Si se acumulaba mucha ‘caca’ de equino,
significaba que el espectáculo presentado fue un éxito.
Otra hipótesis sugiere que en la
edad media, cuando los artistas que montaban espectáculos llegaban a un pueblo,
miraban la cantidad de excremento de animales presente en las calzadas. Si había
mucha, significaba que en dicho poblado había bastante gente y como las
personas disfrutaban de las demostraciones artísticas, la ‘mierda abundante’
era garantía de lleno.
Así que no se asuste si escucha a
un amigo decirle a un cantante o actor, ‘mucha mierda, te veo más tarde en el
vomitorio del teatro’. No tiene nada que ver con asuntos escatológicos. Es sólo
el reflejo de cómo algunas frases centenarias perduraron hasta nuestros días.
Hasta la próxima.
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