Buscar este blog

domingo, 20 de febrero de 2011

‘Homos fastiditum’


En diversos ámbitos de la vida cotidiana, nunca falta la persona que rompe el status quo con brusquedad y el afán de molestar. Ocurre donde sea, escuela, trabajo, la calle, plazas, conciertos, eventos deportivos, la misma casa, etcétera.

Y ante ello nos preguntamos ¿por qué es tan común en el ser humano la costumbre de fastidiar al de junto?

Es difícil encontrar una razón, aunque podemos apreciar a cuatro factores que lo detonan: diversión; rito de aceptación social; marcación de territorio; y arma con fines políticos.

Es sabido que a los homo sapiens les encanta jugar porque tienen la necesidad de entretenerse con una actividad que satisfaga sus necesidades lúdicas. Más tarde deriva en los desafíos contra sus semejantes, animales irracionales o la naturaleza, y así surge el deporte de competencia.

Pero ese proceso en varios casos degenera en situaciones donde se obtiene placer de un momento incómodo para un tercero. Hay individuos que encuentran divertido hacer comentarios de mal gusto referentes al perfil social, étnico, sexual, de preferencias variadas o hasta por la complexión física de las personas, sobretodo porque vienen reacciones de enojo que a la vista de otros son ‘simpáticas’.

Un ejemplo es un famoso video del Internet llamado ‘Pinche Perro Gacho’, en el cual un anciano es molestado por un grupo de chicos que siempre le gritan que se suba a la banqueta y se carcajean con las respuestas léperas del vagabundo.

Vinculado con lo ‘divertido’ que representa molestar a un tercero, está el legado tribal persistente en la infinidad de agrupaciones que conforman las grandes sociedades de la actualidad.

Recordemos que ‘grupo’ es una pluralidad de individuos que forman un conjunto, con una conducta colectiva, costumbres y actividades específicas. O como definió el sociólogo francés Georges Gurvitch: “Unidad colectiva real y parcial, directamente observable y fundada sobre actitudes colectivas, que tienen una obra común que cumplir”.

Regresando al tema central, los conjuntos de humanos tienes sus propios hábitos y en varios de ellos la aceptación de nuevos miembros está condicionada a tareas específicas para demostrar que son ‘dignos’ de pertenecer a la agrupación. Algunas de esas 'misiones' consisten en causar un perjuicio a otro ser. Estas conductas sobretodo son frecuentes en camarillas de las escuelas.

No sólo fastidiar a otras personas es un rito de iniciación para un novato en un clan, es un modo de diversión para sus miembros. Retomando los rasgos de las antiguas tribus y de los instintos naturales de animales irracionales y racionales, los grupos delimitan ‘sus’ espacios.

Pero si surge un personaje ajeno al conjunto y se coloca cerca, por el simple hecho de entorpecer la visualización del territorio con su presencia, se hace ‘acreedor’ de una ráfaga de insultos y otros comentarios despectivos, todo con el fin de que se aleje. De manera implícita se molesta a la gente para demostrar la supuesta ‘superioridad’ sobre ella.

La acción de fastidiar a terceros ha sido algo tan natural entre los homo sapiens que fue usado en escenarios extremos, donde la violencia verbal se convierte en física y las consecuencias llegan a ser funestas. Es el caso de los reventadores y grupos de choque o porros, personas y conjuntos armados por entes políticos cuyo fin es el de fragmentar manifestaciones pacíficas, atacar a un contrario en la carrera por el poder y socavar su credibilidad.

Otras formas de molestar

El incomodar a otros ha ido en evolución en los últimos tiempos. La era del Internet y las redes sociales causó la aparición de los denominados ‘trolls’, personas dedicadas a irritar a terceros en la red de redes por medio de mensajes incendiarios y controversiales, cuyo fin no difiere mucho de los cuatro factores básicos para molestar. El verbo 'troleo' ha pasado a ser también un sinónimo de 'fastidiar' sin estar en un contexto de comunicación virtual.

A nivel escolar surgió en los últimos años el fenómeno del 'bullying', un tipo de acoso con uso indiscriminado de la violencia verbal y física. Los chicos que realizan este acto de forma sistemática contra otros logran los objetivos de divertirse, ser aceptados en grupos e imponer su figura autoritaria para marcar territorio.

Pero los alcances del acoso escolar han alarmado a las autoridades en varios países e iniciaron estudios para conocer a profundidad al 'bullying' y atacarlo de fondo.

De vuelta a la búsqueda de placer con el fastidio ajeno, hay gente que incluso pone a disposición de otras sugerencias sobre cómo hacerle la vida imposible a un tercero.

¿Qué hacer?

Es muy difícil erradicar esa tendencia a molestar al de al lado. Ya viene en la idiosincrasia de los seres humanos. Lo único posible es limitarlo con educación, tanto en el hogar como en la escuela, aprender a respetar a los demás. Bien decía el ex Presidente de México, Benito Juárez: “El respeto al derecho ajeno, es la paz”.

Hasta la próxima.

jueves, 17 de febrero de 2011

'Omnisport Club Inc.'

Si de repente siente que está viendo en el mundo del deporte un mismo nombre en diferentes disciplinas, no se alarme, es normal ante la voracidad comercial del sistema capitalista.

El caso más notorio es el de la marca de bebidas energéticas Red Bull, que ha puesto su onomástico a equipos de Fórmula 1 y NASCAR de automovilismo (Red Bull Racing, Toro Rosso y Red Bull Racing Team), así como de fútbol soccer (New York Red Bull y FC Red Bull Salzburg), entre otros.

Lo simpático es que esto no es nuevo.

Los Empacadores de Green Bay del fútbol americano de la NFL deben su nombre a una promoción de la Indian Packing Company, empresa empacadora de alimento para la que trabajaba Earl Lambeau, el fundador del equipo en 1919, y la cual fue impuesta como condicionante para apoyar al recién formado conjunto.

Tomen en cuenta que el deporte como espectáculo es una mina de oro, así que las empresas harán todo lo posible por meter sus productos en la cabeza de potenciales consumidores, incluso vía el onomástico de equipos con relativo éxito en campos, pistas, etcétera. Eso es el marketing.

Hasta la próxima (por cierto, estrenamos modalidad móvil, ojalá les guste).

martes, 1 de febrero de 2011

'Pequeños' con espíritu de campeón


Un promocional de televisión sobre la Football Association Cup (FA Cup, Copa de Inglaterra o Copa Inglesa) cada año regresa a la memoria por la contundencia de sus palabras.

‘Desde 1870 los clubes chicos han soñado con un milagro, destronar a un grande, en el camino por la supremacía del fútbol inglés, es la FA Cup’, reza el mensaje.

La FA Cup es el certamen de fútbol soccer más viejo del mundo. Se disputa desde 1870 con la participación de, en teoría, todos los clubes de Inglaterra (y algunos de Gales), entre amateurs y profesionales, desde los miembros de las divisiones ínfimas en la pirámide del balompié anglosajón hasta el cenit de la misma.

Normal es que los conjuntos de circuitos superiores superen a los inferiores. Sin embargo, esa categoría de 'menores' que reciben los equipos de divisiones bajas es sólo para fines de ubicación. Cada año se presenta la situación de un 'chico' que le pega a un 'grande' y lo elimina al ser un torneo de nocaut (es de eliminación directa, en otras palabras, si ganas avanzas, si pierdes te vas a casa).

De hecho, sólo ocho clubes ganaron la Copa Inglesa sin pertenecer a la máxima división de Inglaterra (actualmente representada en la Liga Premier): Notts County en 1893-94; Tottenham Hotspur en 1900-01; Wolverhampton Wanderers en 1908-09; Barnsley en 1911-12; West Bromwich Albion en 1930-31; Sunderland en 1972-73; Southampton en 1975-76; y West Ham United en 1979-80.

Recién vimos un partido de la cuarta ronda de la FA Cup temporada 2010-11 entre el Arsenal, club de Liga Premier, y el Huddersfield Town, de la Liga Uno (Tercera División). Jugando en la casa de los Gunners de la máxima categoría se daba por descontado el triunfo local. Sin embargo, los Terriers no llegaron al Emirates Stadium en el papel de víctimas, sino de rebeldes.

Buena parte del partido fue dominado por el Huddersfield. Acorralaron a los londinenses cuyos aficionados tenían caras largas, síntoma de frustración e impotencia, además de que se quedaron con un hombre menos por expulsión. Al final, errores de los visitantes le dieron el triunfo de 2-1 al Arsenal, pero los de West Yorkshire se fueron con aires de gloria, propio de los 'campeones sin corona'.

Y no es para menos, los Terriers tienen legado exitoso al tener en sus vitrinas tres títulos de Primera División (cuando antiguamente era punta de la pirámide futbolística en Inglaterra) y una FA Cup, aunque los primeros los lograron en las campañas 1923-24, 1924-25 y 1925-26, mientras la copa nacional la ganó en la 1921-22. Ya llovió como dicen en nuestro pueblo.

Así como el Huddersfield Town, otros equipos 'chicos' han tenido la posibilidad de echar del torneo nacional por excelencia de los ingleses a un 'grande'. Ocho veces uno de la 'chiquillada' se cubrió de la gloria suprema. Es la magia de la FA Cup, el torneo de clubes más viejo del mundo.

Hasta la próxima.