En los últimos
años se han dado movimientos sísmicos con secuelas catastróficas. La más
recordada es la ocurrida en Japón en marzo de 2011, la cual estuvo acompañada
de un maremoto que produjo una crisis nuclear.
Pero ¿qué es un temblor?, ¿por qué se da?, ¿es posible pronosticarlo? Trataremos de responder
estas interesantes dudas.
Un temblor o sismo es
un movimiento en la superficie ocasionado por la repentina liberación de energía,
en el proceso de reorganización de los materiales de la corteza terrestre. Al interior
del planeta Tierra existe la una capa llamada litósfera, la cual puede
fragmentarse y forma a las placas tectónicas, que son como un rompecabezas.
Estas ‘piezas’
se encuentran encima de la astenósfera, la zona superior del manto terrestre, que
es una capa viscoelástica donde el material fluye al ejercer una fuerza sobre él.
En otras palabras, el rompecabezas tectónico ‘patina’.
Las placas
hacen desplazamientos aleatorios provocados por movimientos en el manto. Cuando
los bloques tienen contactos unas con otros, se generan fuerzas de fricción que
se atoran. Pasado un tiempo, llega el momento en que los esfuerzos de las
placas rompen las rocas de forma violenta, se libera energía y se da un
temblor.
Durante el sismo, su energía es radiada en forma de ondas que se propagan
en todas direcciones, que puede ser horizontal o vertical. Cuando los desplazamientos
de tierra son horizontales, el temblor recibe el calificativo de ‘oscilatorio’.
Si son verticales, se llama ‘trepidatorio’.
Hasta el
momento, es inexistente un método para pronosticar sismos. La única certeza es
que todos los días tiembla en nuestro planeta, las placas jamás dejarán de
moverse y tener fricción entre sí.
Actualmente
los temblores son medidos de acuerdo a la escala de Richter. Va desde menos de
dos grados (nivel micro, imperceptibles para humanos), hasta los nueve
(devastadores) y 10 ó más (de fuerza épica, nunca registrada en la historia
humana moderna).
También se usa
la escala de Mercalli, compuesta por 12 grados, y en la cual se evalúa la
intensidad de los sismos de acuerdo a los efectos y daños dejados en las
construcciones humanas.
El terremoto más
poderoso registrado en la historia reciente es el de Valdivia, Chile, ocurrido
el 22 de mayo de 1960, cuando se dio un temblor de 9.5 grados en la escala de
Richter. También desató un maremoto.
Como se
comentó líneas atrás, no hay manera de predecir un sismo. Lo único que se puede
hacer es tomar precauciones y saber qué hacer si se presenta un evento telúrico.
Hay muchas normas a seguir antes, durante y después de un temblor. Las más
importantes en el momento del fenómeno están:
- Conservar la calma
- No corra, no grite y no empuje si va a salir de un inmueble
- No usar los elevadores (si está en un edificio con este servicio)
- Ubicarse bajo una mesa o escritorio si está en un lugar cerrado. Si está en un sitio concurrido sin oportunidad de ponerse en un puesto seguro, lo mejor es quedarse ahí, cubrirse la cabeza con ambas manos colocándolas junto a las rodillas
- Alejarse de objetos que puedan caer
Para más información, puede consultar al Servicio Sismológico Nacional.
También es
oportuno recordar que la Tierra es un ser vivo que respira y siente. Fenómenos como
los sismos pueden ser menos dañinos si cuidamos a la naturaleza (sin
contaminar, sin cortar árboles, etcétera). Para muestra está lo dicho por el filósofo
chino Confucio:
‘Si sirves a
la Naturaleza, ella te servirá a ti’.
Hasta la
próxima.
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