Emergió en 2010 como un crack.
Rápidamente se convirtió en el referente ofensivo de Chivas, el cual tuvo una
racha de ocho victorias consecutivas en el Bicentenario 2010. Se ganó un lugar
en la Selección mexicana de fútbol que participó en el Mundial de Sudáfrica,
donde anotó dos goles. De forma sorpresiva, fichó con el prestigioso Manchester
United inglés.
Ya en Inglaterra, tuvo una
primera temporada de ensueño. Anotó 20 goles entre Liga Premier, FA Cup, League
Cup, UEFA Champions League y FA Community Shield, en 45 partidos. Convirtió
dianas con varias partes del cuerpo (sólo le faltó hacerlo con el trasero y la
ingle). Fue campeón de liga, y llegó a la final europea. Todo maravilloso.
Pero vino la segunda campaña.
Disputó 36 juegos con sólo 12 tantos. Además, fue banqueado por el ascendente
inglés Danny Welbeck. Y ahora, en este arranque del periodo 2012-13, el
panorama está aún más cuesta arriba con la llegada de Robin van Persie, de los
Países Bajos (Holanda, pues).
Esa es la realidad de Javier
Hernández. Pasó de la gloria a la desgracia en sólo dos años. ¿Qué le pasó?
Según el técnico del United, Sir Alex Ferguson, el poco descanso en el verano
de 2011 fue responsable del reducido fondo físico del ‘Chicharito’, quien se
volvió frecuente inquilino de la lista de lesionados.
Y con esa condición de
‘futbolista de cristal’, el nivel de juego de Hernández fue a la baja. ¿Qué
podía hacer ‘Fergie’? Simple. Buscar a los jugadores que sí estén enteros y en
mejor forma futbolística para sacar adelante a su equipo, la principal
prioridad en ese club.
Mientras, Javier pasa por el peor
momento en su carrera. Chelsea ya preguntó por él, pero Man. United descartó
cederlo. En el seno de los Red Devils le piden al mexicano aprender de van
Persie y volver a ganarse la confianza de Ferguson. Puede ser tomado como un
desafío agonístico. Si quiere ser el mejor, debe ganarles a los futbolistas de
alcurnia, empezando con los de su equipo.
‘Chicharito’ no debería escuchar
los berrinches salidos de algunos ignorantes en México, quienes le solicitan
cambiar a otro club que ‘sí lo valore’, mientras a Sir Alex lo defenestran con
calificativos de ‘viejito loco’.
El fútbol, como deporte que es,
se rige bajo la premisa de la competencia donde sólo uno es el ganador. Este
ideal incluso se encuentra plasmado en la Biblia (ni más ni menos), en
Corintios 1, 9:24 que dice: ¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos
en verdad corren, pero sólo uno se lleva el premio? Corred de tal manera que lo
obtengáis.
Si Javier Hernández pidiera ser
enviado a otro equipo con menos perfil a cambio de tener minutos, significaría
claudicar ante un reto, a una lucha. Y podría pasarle lo mismo que al
atribulado Giovani dos Santos. Ojalá ‘Chicharito’ se mantenga en el United por
muchos años y ahí que la fanaticada le grite: “run ‘Little Pea’, run!”
Hasta la próxima.
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