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lunes, 25 de octubre de 2010

¿Qué necesita el fútbol mexicano para sobresalir?


Desde hace años el balompié de un alicaído país tercermundista como México no refleja un crecimiento sostenido, sino todo lo contrario. Salvo momentos brillantes como el título mundial Sub-17 en 2005 y la exportación de futbolistas a ligas europeas, el fútbol mexicano tiene poco que celebrar.

Recientemente en la liga nacional se han visto descensos en las entradas a los partidos. Hay quienes lo atribuyen a la crisis económica, pero otras voces no desestiman la opción de que la gente ya se haya cansado de pagar por un espectáculo de mala calidad. A la par, la Selección Nacional tuvo una discreta actuación en la pasada Copa del Mundo de Sudáfrica 2010.

Al fútbol de México le urge una reingeniería, pero da la impresión de que, sumado a fuertes intereses no entusiasmados con cambios, hay un desconocimiento sobre cómo revolucionar al deporte.
No hay problema, aquí les podemos dar sugerencias de qué hacer.

PARA CLUBES Y LA LIGA

Independencia de la Femexfut. A la Federación Mexicana de Fútbol (FMF o Femexfut) le causa más problemas que beneficios organizar el circuito profesional de balompié y a la liga también. Debe seguir el ejemplo de Inglaterra, España o Estados Unidos.

Instauración de un Comisionado de la Ligamex. Siguiendo con el punto anterior, la Femexfut necesita crear la figura de un mandamás de la pirámide del balompié nacional profesional. Este cargo tendrá el control de todas las decisiones operativas de la liga, impartición de justicia (arbitraje y disciplina), difusión y comercialización.

El Comisionado también podrá nombrar a subcomisionados que se hagan responsables de la Liga de Ascenso (nivel dos de la pirámide del fútbol), la Segunda (tres) y Tercera División (cuatro).

Una vez establecido, su mandato será vitalicio aunque tendrá la facultad de dimitir. Los clubes tendrán el control de nombrar al nuevo jefe de la Ligamex.

Modificaciones al sistema de competencia. De la oficina del Comisionado deben venir cambios a la liga, a fin de hacerla competitiva. Es claro que a la Ligamex le vendría bien lo siguiente:

Tabla general como grupo único. Compitiendo en un mismo pelotón los equipos se verán obligados a esforzarse más, lo que por consecuencia incrementará el nivel de juego.

Torneos largos. Las temporadas cortas tuvieron un éxito relativo cuando se implementaron por primera vez, a mediados de la década de los noventa del Siglo XX. Empero ya no tienen el impacto de antaño. Jugar una campaña de entre ocho y nueves meses puede ser agotador, aunque se dejarían de tener tantos problemas con la calendarización.

Liguilla y descenso. Para no romper la tradición iniciada en los setenta del siglo anterior, los mejores clubes de la Ligamex a lo largo de la campaña avanzan a una postemporada de la cual saldrá el campeón.

Siguiendo el experimentado aplicado en la Liga de Ascenso, para la Primera División se premiará al líder absoluto con un trofeo y descansar la primera semana de la Liguilla, a la cual se incorporará en semifinales. Los siete mejores equipos (sin ser alguno último de la tabla porcentual) se eliminarán entre sí en la primera ronda; los ganadores avanzan a la antesala de la final.

Todas las eliminatorias se jugarán a visita recíproca. En primera fase, semifinales y final, los clubes con mejor posición en tabla general recibirán los juegos de vuelta y la facultad de avanzar si hay empate global (con excepción de la serie por el título de liga).

En el caso del descenso, los clubes que terminen últimos de la tabla general y de la porcentual, se medirán en una eliminatoria, a visita recíproca, para definir al equipo condenado a perder la categoría. Si un mismo conjunto es sotanero de ambas clasificaciones, el descenso es automático. (Si el escuadrón con peor promedio está en puesto de Liguilla, cede su lugar de fase final al club que le siga en la tabla general.)

Impartición de justicia. La oficina del Comisionado tendrá control sobre las designaciones arbitrales (sin uso de computadoras) y la aplicación de recursos disciplinarios. La capacitación de los silbantes se hará en coordinación con Femexfut.

Difusión y comercialización. La Ligamex tiene una mala reputación, pese a que últimamente ha producido jugadores para circuitos europeos. Una agresiva campaña de difusión del circuito por todas las vías (publicaciones, radio, televisión, Internet, redes sociales), ensalzando lo positivo ayudará a que la gente regrese a los estadios. De igual forma, se debe vender bien el torneo mexicano como producto, a partir de la calidad de juego.

TV. El tema de las televisoras es delicado por los fuertes intereses que surgen de ahí. El Comisionado debe negociar para abrir las transmisiones de fútbol y lograr, con tal de no molestar del todo a las dos grandes cadenas, que éstas transmitan exclusivamente los juegos de locales de los clubes de su propiedad, mientras el resto de los partidos sean compartidos por ambas televisoras, de forma oscilatoria (ejemplo: una jornada Chivas es transmitido por Televisa, a la siguiente por TV Azteca, y así sucesivamente).

Torneos internacionales. Avanzarán a la Concacaf Liga Campeones los semifinalistas de la Liguilla, siendo el campeón y subcampeón quienes clasifiquen directamente a la fase de grupos de la ‘Concachampions’. Para la Copa Libertadores, accederán los primeros tres lugares de la tabla general; en caso de que esos clubes lleguen a semifinales en Liguilla, sus cupos para Libertadores se recorrerán a los conjuntos que les sigan en la clasificación global.

Tope salarial. Otras ligas en el mundo han tenido problemas luego de dejar que sus clubes gasten en fichajes más de lo que tienen. Contar con un límite en el presupuesto de todos los equipos de la Ligamex evitará disparidad a la hora de reforzarse y prevendrá un colapso financiero.

Sindicato de jugadores y mercado de piernas. Los futbolistas, como profesionales que se ganan la vida jugando al fútbol, deben estar agremiados en una asociación, independiente de la oficina del Comisionado y la Femexfut, la cual vele por sus intereses. Dicha agrupación sólo puede rendir cuentas a la Federación Internacional de Futbolistas Profesionales (FIFPro).

Los jugadores se rigen bajo los designios de FIFA en cuanto al mercado de futbolistas, por lo cual son libres de contratarse con el club que sea, sin tener impedimento alguno de otro equipo (el 'pacto de caballeros').

El Comisionado y la Femexfut también se encontrarán en constante contacto con FIFA para el tema de los promotores irregulares, los cuales operan en la clandestinidad para lograr fichajes de futbolistas no contemplados por ciertos clubes.

PARA SELECCIONES NACIONALES

Instauración de un Director de Selecciones Nacionales. Tener un mandamás fuerte, responsable de temas operativos, planeación, seguimientos y agenda, es lo necesario para los representativos de México. Su perfil debe recaer en alguien que haya sido futbolista o entrenador y con conocimientos en administración. Femexfut tiene que respaldarlo.

Técnicos. El jefe de los Tricolores elegirá a los entrenadores de los Tricolores Mayor, Sub-23, Sub-20, Sub-17, Sub-15, varonil y femenil.

Estilo de juego. El Director de Selecciones Nacionales fijará la forma en que deben jugar los Tricolores, de acuerdo a las características fisiológicas del mexicano (a) promedio.

Dos Tricolores. Por el mercado estadounidense, contar con dos representativos nacionales puede resultar una alternativa. Se formarán un equipo ‘A’ y uno ‘B’. El ‘A’ lo conformarán los mejores jugadores, tanto los que actúan en México como en el extranjero, y su prioridad es foguearse en Europa y más allá contra las potencias mundiales.

El ‘B’ estará integrado por los mejores futbolistas que no entran en la ‘A’; jugará principalmente en Estados Unidos contra equipos medianos y chicos. La función es foguear a los jugadores para que incrementen su nivel y aspiren a llegar al Tri ‘A’.

Tanto el Tri ‘A’ como el ‘B’ jugarán eliminatoria mundialista. Se usará al ‘A’ para partidos de local. El ‘B’ para visitar. El Tri ‘A’, reforzado con los mejores del ‘B’, irá al Mundial.

Comercialización de las otras Selecciones. El Tricolor mayor de varones es el que acapara mercado, el que se vende bien y deja ganancias. El Director de Selecciones Nacionales, en conjunto con el departamento de mercadotecnia de la Femexfut, establecerán mecanismos para hacer que los otros representativos nacionales sean rentables como negocio.

Quizá las propuestas suenen a utopía, pero son ideas que si se aplican podrían generar un futuro prometedor para el fútbol mexicano.

Hasta la próxima.

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